¿Triatlón sin bici? Para Rafa todo es posible
Los 20 años de Rafael Carrillo habitan uno de los lugares del mapa más bellos de Colombia: la Isla de San Andrés. Allí, para donde mire, encuentra un horizonte infinito que se parece a su forma de ver la vida. Para Rafa no existen los límites y se cruzó en su camino con el triatlón para demostrarlo.
Y hablando de historias que se encuentran, nos encontramos con la de él en Morgan Challenge para consignar aquí el mensaje inspirador que nos deja este cartagenero que ya se guardó en el bolsillo su primera competencia oficial en este deporte que regala enseñanzas en cada kilómetro.
Rafael Carrillo entrenó y entrenó como muchos. Con el agua en el patio de su casa y con calles que lo prepararon para hacer un buen atletismo en el evento. En cuanto al ciclismo el cuento fue diferente. Solo entrenó una semana esta disciplina y fue ahí donde completó los elementos que le permitiron llegar a su meta. Este héroe se armó de una cicla que le facilitó Uranium y se vistió con la piel de Terret para que desplegara sus poderes en San Andrés. Hicimos equipo con él para darle cupo en la competencia y escribir junto a él este inicio feliz a esta historia que aún tiene mucho por contar.
Con poca experiencia sobre las ruedas nos demostró que lo que hay adelante es un horizonte tan infinito como el mar azul que lo rodea. Rafa insistió en su sueño y lo consiguió. Se abrió paso entre las dificultades del camino y se colgó la medalla. Sí, es un triatleta sin bici pero rico en convicciones que lo llevarán lejos.
Con sus dos décadas de vida, mientras estudia para ser contador, ya tiene claro qué quiere y lo está logrando: inspirar a otros a practicar deporte y a tener hábitos de vida más saludable. Los sueños de Rafael salieron de la isla, cruzaron el mar y llegaron a motivar historias de deportistas que se dedican a otra cosa.