NICE HUMANS MARATHON
Nos inspiran los Nice Humans que son deportistas que trabajan de otra cosa, que hacen de la rutina algo extraordinario y que abrazan locuras como las de decidir un día dar saltos sobre el suelo para recorrer distancias. Dilken va por 42 kilómetros en la Maratón Medellín y nos comparte sus reflexiones sobre este deporte que se parece, así sea por segundos, a volar.
Disciplina y motivación van de la mano
“Desde muy pequeño me gustó el deporte. Seguramente para ese momento tenía un significado o una representación diferente a la de hoy. Pero sin duda estaba inmerso de una u otra forma con la actividad física.
Sin embargo, ser disciplinado no era mi mayor virtud. Hoy puedo contar que a través de los años ésta se convirtió en una parte fundamental de mi vida. Pero al mismo tiempo que debe ir acompañada por una buena dosis de motivación.
Disciplina y motivación son entonces dos pilares que me permiten llegar a las metas. La primera me ha ayudado a construir los hábitos en el largo plazo y la segunda es la que me da la energía para llegar a las metas.
La belleza de la pausa
Además de estos dos valores que llevo en cada paso le presto especial atención a la pausa. Son momentos que probablemente todos hemos vivido y que ayudan a marcar etapas, dejan huellas, enseñan y despiertan nuevas preguntas. Es aquí donde apareció mi amor por correr. En esos momentos donde se alinean las personas y los lugares correctos que traen consigo lo novedoso de vivir y la curiosidad que aflora. Allí, poco a poco, apareció mi afición por un deporte que se ha convertido en parte de mi presente y que quiero conservar por mucho tiempo.
El deporte como la vida
La actividad física me da vida, se convirtió en mi filosofía, me permite estar en el aquí y en el ahora, es la manera de interactuar con mis miedos y desafíos permanentes. Hoy me llena de alegría escuchar que puedo inspirar a otros que al igual que yo buscamos ser una mejor versión de nosotros mismos. A pesar de que corro con mis piernas, llevo en casa zancada a la familia y amigos que se convierten en el combustible y motivación que me llevan a la meta.
El running y la vida se asemejan tanto que nos conducen por caminos donde las emociones, los aprendizajes y los desafíos nos hacen crecer y agradecer por todo lo recorrido.
Es allí donde aparece la felicidad, en medio de la calle, tras la batalla con mi aversión a las madrugadas. Sobre el asfalto puedo ver la belleza que hay en tener salud y vida y ahí es donde aparece la gratitud con Dios quien me da el regalo de conocer lugares, personas, paisajes y nuevos kilómetros.
Las cuestas altas
En este camino también confieso que he tenido momentos donde me cuestiono, han llegado lesiones que me han obligado a pausar, aparecen dudas e interrogantes. Es la familia y el amor que le tengo quien me da polo a tierra para volver al centro y seguir adelante.
Este ha sido un viaje que me ha enseñado la importancia de ir paso a paso, de vivir el presente, de ir de los 5km a los 10, de los 10 a los 21 y de estos hasta la mítica maratón.
Cada uno de esos números es la recompensa por las madrugadas, por abandonar la noche más temprano que los demás, por enfrentar los resfriados y dolores, por seguir corriendo a pesar de las preocupaciones y afanes de la rutina, por salir al pavimento con el corazón roto, por ser real, humano.
Disfruta el camino
Por eso, hoy quiero invitarte a disfrutar tu proceso, con los altibajos que esto conlleva, porque te aseguro que serán recompensados por momentos de felicidad, todo valdrá la pena cuando el deporte hace parte de tu estilo de vida y cada kilómetro te permitirá soñar cada vez más en grande.”