“El Teso”, un trotamundos de alto nivel.
Si va a las oficinas de Terret y pregunta por Andrés Felipe Vásquez Mejía seguro se encontrará con miradas de desconcierto. ¿Ese quién es?, dirá alguno. Pero si pregunta por “El teso” ahí sí le llaman al personaje.
Se encontrará con una figura menuda, de gestos tímidos y respuestas amables. Seguro organizando con cuidado alguna prenda deportiva que alguien lucirá pronto y con que acompañará sus aventuras deportivas.
Pero si va por alguna loma seguramente no tendrá que preguntar mucho. Se encontrará a esta misma figura, vestido de corredor, avanzando a toda marcha sumando desnivel y sorprendiendo a quienes lo ven pasar sin esfuerzo por ascensos que le dan cansancio hasta a los motores de los carros.
Los caminos de “El teso” van y vienen por Copacabana Antioquia. Todos los días acude a su trabajo sobre la bicicleta desde esa localidad que se ubica a más de 20 kilómetros de distancia. Ya desde ahí le marca el pulso a un cuerpo acostumbrado a las distancias largas, al asfalto y a los caminos empedrados. Porque así son los que llegaron al mundo con batería extra. Ya desde niño el sobrino de Álvaro, un atleta élite que algún gen de los buenos le heredó, se le conocía por ser incansable, por estar en todos los deportes y por ser, como decimos en el barrio: “una plaga”.
Creció haciendo duatlones, ganando carreras aficionadas de atletismo y sumando desnivel. A Andrés le gusta mirar para arriba. Para la muestra, el medio Everesting que se hizo trotando en 2021. Seis ascensos al Alto de Las Palmas. Si los que lo hicieron en bicicleta estaban locos, al “teso” nació con todos los tornillos zafados desde fábrica.
Participó en la última versión de Chicamocha Canyon Race. 111 kilómetros de montaña que hacen ver lo del Everesting como un mero calentamiento y que son la mejor carta de presentación de este atleta de 35 años que durante unas horas del día elabora prendas para deportistas y durante otras las luce para llevarlas más allá de los límites, mucho más lejos y rápido que la mayoría.